lunes, 30 de septiembre de 2013

Capítulo 10: Cena navideña

Capítulo 10: Cena navideña
Las brujas volaban por la gran sala de banquetes que Cirene había preparado. La iba a matar, pero no tenía porque pasar nada y estaba harta de que ese grupito de seis chicos estuvieran molestándola así que no vió inconveniente alguno en usar su ayuda. Esos idiotas no merecían que gastara su energía para espantarlos. Con lo que Aeryn no contó es que el primo japonés de Lils (Su mejor amiga) y del que llevaba colgada casi un año desde que ella los presentó iba a estar con ellos.
Ese momento de desconcentración lo aprovechó uno de ellos para poner una barrera que evitara el ataque de las brujas que Aeryn invocó. Lo que produció una gran explosión.
«Como entré Ellysse y vea todo este lío Cirene me va a matar por tener que darle más mentiras de lo que ya lo hace» Pensó Aeryn buscando la forma en cómo las brujas que había invocado podrían ayudarla. Al final, desesperada dijo en voz baja
-Ariada, ayuda a tu Elegida a salir del apuro ¿no? -Dijo la chica buscando piedad en ella-
-De eso nada, querida. -Dijo la aludida con un tono de voz muy sereno- Te lo tienes merecido por hacer algo que una Elegida de los Cuatro te pidió que no hicieras
Resopló y ya resignada se acercó a Shin con la intención de replicarle porqué estaba con ellos pero la puerta se abrió y nudo en el estómago se le hizo al pensar que sería Ells. Pero para "alivio" suyo solo era Cirene.
-Mierda. -Dijo con los dientes apretados cuando se dó cuenta que no había hecho irse a las brujas, que seguían volando por encima de los invitados.-
Cirene se acercaba a ella dando pisotones firmes y fuertes a su paso. Esto no le pintaba nada bien a Aeryn. Y que una chica que tenía como cinco años menos que ella la regañara no le hacía mucha gracia, y menos delante de todo el mundo con lo vergonzosa que era.
Pero en el fondo sabía que su Shir llevaba razón. Esta humillación se la buscó ella solita.

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No tenía ni idea de que demonios había pasado con esa explosión. Estaba dando una vuelta por la oscuridad del jardín de la parte de atrás de la casa, con la tentación de fumarse un cigarro que ya llevaba en la boca y encendía con la llama que salía de de su dedo índice cuando  pasó la explosión.
Dió un calada larga y lenta, soltando el humo de la misma forma. No sé inmutó mucho hasta que Dylan recordó quien le dijo Cirene que estaba invitada
«Mierda, Ells» 
Fue corriendo hasta la puerta. Todavía no lo tenía claro. Si era la Ellysse que llevaba como once años buscando desde que se separaron en la Elección. Prometió encontrarla, y cuando entró a esa clase y escuchó como la profesora decía "Ellysse" en la lista el corazón le dió un pequeño vuelco.
Pero entonces pensó. Su Ells era rubia, no morena con la mitad del pelo tintado de rojo, era tímida y desde luego podía decir que ésta Ellysse no tenía pinta de eso. Además, no tenía segundo nombre. Su segundo nombre que tanto le rabiaba que dijera.
Lo tenía claro en ese momento, sentado en el pupitre. No era ella, lo hubiera reconocido ¿no? Pero aún así no pudo evitar que su pequeño atisbo de esperanza saliera a la luz y acabó interrogando a la chica. Y entonces lo vió. Una de las pulseras que llevaban los Elegidos y con el poder que tenían su Shirs grabado en un dibujo. 
«Rayo... Pero no puede ser. Se suponen que los Meshirs superiores tenían a la Meshir de Morgana bajo custodia por peligro de que los Evil Angel la tomaran... »
Pero... ¿Y si se habían equivocado, encerrando a una farsante y Ellysse era la verdadera Meshir de Morgana?
Pero no sabía porque no le reconocía, y eso le desquiciaba demasiado. Lo que le pareció extraño también es que el interrogatorio no lo recordara de dónde sacó la pulsera... Así que quiso comprobar por él mismo si sus sospechas eran ciertas.
Si de verdad era la Elegida de Morgana, cuando un Elegido de Alastor como él la tocara un descarga pasaría por su brazo y ella sentiría un ardor donde la tocara. Esto se debía a la mala relación de sus Shirs desde hace años, pero se podía controlar.
Y su teoría fue cierta. Alastor le dió la regañina de su vida. Él decidió preguntar a su "amiga" que estaba metida en asuntos con los jefes Meshirs. Sí, efectivamente. Esa es Cirene. Pero ella se negó a pasarle información clasificada. Pero aún así bien que utilizó el asunto para hacerle chantaje y que estuviera allí.
Y ahí estaba, en una cena navideña que odia para poder sacarle información. Corriendo a buscar a la que no sabe si es la chica que lleva años buscando aunque sabía que no volvería a verla para ver si está herida.
Se paró en seco. La vió en la puerta, con lo que supuso que eran sus zapatos de tacón en la mano y cruzada de brazos. Parecía enfadada por algún motivo. Agarrada a su brazo estaba una niña pequeña con un vestido rosa que parecía intentar tranquilizarla. Apoyando la espalda en la pared, cerca de ella y con un vestido largo azul oscuro bastante sencillo estaba Sherly. Parecía que también la intentaba tranquilizar. Ponía la misma cara de enfado que ella...
Y él estaba allí, con su traje negro que le venía al ancho y su corbata sin apretar, con las manos en los bolsillos, el cigarro en la boca y su pelo castaño oscuro revuelto. No lo aguntó más.
Se acercó a ellas.
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Estaba enfadada. Realmente enfadada.
Cirene le había prohibido entrar a la sala del banquete para ver que sucedía y convenció a Grace y Sherls para que la retuvieran, ya que era obvio que Ellysse no iba a hacer caso alguno a la prohibición. Sabine entró con Cirene.
Y ahí estaba, como una idiota. Enfadada, cruzada de brazos, descalza sobre la hierba y con los dichosos tacones en una mano. Y Grace cogiéndola del brazo para que se tranquilizara.
Una figura vestida de negro vino veloz hacía ellas. «No podía ser ¿Dylan?» Pensó ella. Tardó unos pocos segundos en reaccionar y levanto el dedo con intención de reñirle y preguntarle donde demonios había estado. Y de paso interrogarle un poco.
Pero el chico no le dió oportunidad. La cogió del brazo, atrayéndola hacía él y la abrazó. Un abrazo muy cálido pero que no llegaba a arderle la piel como en el encontronazo en el instituto.
Ellysse, algo confusa habló al fin:
-¿Se puede saber por qué me abrazas, Dyla-Se interrumpió- digooo Hellsbeak? -Dijo con algunas pausas, correspondiendo con duda al abrazo-
-Dylan la apretó un poco más a él, la soltó para alejarse y dejarle espacio vital- Nada. Cosas de un niño que hace promesas que no puede cumplir -Sonrió de lado, con nostalgia. Recuperó la compostura y se maldijo por haberla abrazado. Intentó cambiar de tema- ¿Que coño ha sido la explosión de antes?
Un poco de pena invadió a Ells. Sabía a que se refería con la promesa, pero... ¿Era buena idea decírselo? Decidió que no por el momento. Y le contestó:
-Pues no lo sé porque la maldita de Cirene no me ha dejado entrar. Es más, me lo ha prohibido y tengo seguratas -Levanta el brazo donde está agarrada Grace y mira la pared donde está apoyada Sherly.-
El chico dió un sonoro suspiro de cansancio. Puso la mano en el pomo y se quedó mirando a Ellysse. Al ver que no no iba dijo bastante borde - ¿Entras o qué? No tenemos todo el día. -Se sacó un cigarro, hizo que saliera una pequeña llama en uno de sus dedos y lo encendió.- Vamos.
Ellysse, ansiosa de ver que narices había pasado ahí dentro abrió la puerta de golpe, ganado la negación de cabeza de Dylan ya que iba a abrirla él al parecer.
Una enorme sala con suelo de madera clara y paredes color violeta se cernían sobre ella. Las cortinas eran del precioso negro que a ella tanto le gustaba. Algunos cuadros de adorno de distintos tamaños con el color de los marcos a juego con las cortinas decoraban la pares. En medio de la sala una mesa larguísima llena de pollos asados, ensaladas,  canapés...
 Giró la cabeza, inspeccionando a la gente de la sala para encontrar a Cirene y Sabine. Pero no encontró exactamente lo que ella esperaba. Estaban Cirene y Sabine, si. Pero lo que no se veía venir es que también estuviera Aeryn, Shi, Abigail, Dan, Allen, Daryl y Joshua. Y que su grupo de amigos y su amiga estuvieran discutiendo. No pudo evitar ir a cotillear.
 -Cirene, eres una maldita manipuladora, mentirosa y egoísta ¡No puedes tenerla en la ignorancia para siempre, su naturaleza saldrá tarde o temprano!- Aeryn tenía los puños apretados, gritándole indignada- ¿Y por qué demonios están estos aquí? -Señaló al grupo de amigos de Ellysse-
-No soy manipuladora, querida. -Sonrío falsamente a la chica, mostrando superioridad.- Se llama tener contactos, cosa que tú no tienes -Remarcó el "tú" de una forma chillona, más que su voz de niña.- No hables de lo que no sabes, ahijada de las brujas. Tengo mis motivos. Siempre los tengo. -Se cruzó de brazos, mirando a los chicos con cara burlona- Esa pregunta tiene fácil respuesta -Apoyo su peso en la pierna derecha-Mírales las muñecas.
Ellysse hizo el mismo movimiento de cabeza que Aeryn, los seis chicos llevaban pulseras como la suya con cosas grabadas. Dan llevaba una luna grabada, Abigail un sol, Allen un imán, Daryl una espada parecida a la que utilizaba un protagonista griego un videojuego que le gustaba a nuestra chica y Shin llevaba una especie de Parca. Estaban todos tan metidos en la conversación que ni se habían dado cuenta de que Dylan y ella habían llegado. Todos menos Sabine, que los miraba con esos ojos oscuros, con calma, cruzada de brazos y mostrándoles esa dentadura perfecta suya.
Aeryn no pudo evitar reír por lo bajo y dijo
- Metal y armas ¿En serio? Cada vez hay más tipos -Negó con la cabeza-
Allen y Daryl protestaron ya que la chica se estaba riendo delante de ellos. Allen, que era el más temperamental de los seis dijo:
-Pues bien que el control del metal a mandado a tus brujitas al otro barrio ¿No? -Se cruzó de brazos, en posición chulesca provocando el enfado de la chica-
-¡Lo mato! -Aeryn se iba directa a por el cuello de Allen, pero por suerte Shin la cogió por la cintura y la levantó, llevándosela a una distancia razonable.- ¡Eran las brujas que más tiempo llevaban conmigo! -Shin se acercó a su oreja, susurrándole algo-
Se escuchó un grito de alguien ya harto de todo esto. En realidad de dos.
-¿QUERÉIS HACER EL FAVOR DE DEJAR DE HACER CASO A COSAS ESTÚPIDAS Y MIRAR DETRÁS VUESTRA, MALDITOS INCOMPETENTES?
Dylan y Sabine gritaron al unísono, exasperados de la situación. Dylan tenía los puños tan apretados que temblaban. Por el contrario, nadie diría que Sabine estaba enfadada de no haber gritado. Seguía con su misma aura de calma de toda la noche. A Ellysse le entró curiosidad por conocerla más profundamente.
Otra voz se alzó sobre las demás, dejando al grupo bastante en shock.
-Por el amor de todos los cuervos. No aguanto tanta tontería e insensatez de meshirs junta. -Dió un suspiro, como si estuviera hasta las narices de todo- Y mucho menos a la maldita testaruda de mi Elegida, su dificultad para desbloquear la mente y poder ayudarle a recordar ¿Yo por qué demonios te elegí? Llego a saber los dolores de cabeza que me ibas a dar y te hago rashir. -Ahora dió una especie de respingo con su respiración.
Todos dijeron a la vez:
-¡¿Morgana?!
Sabine sonrió
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Suspiró.
Siempre eran así. Aeryn y Cirene nunca se llevaron bien. Bueno, la actitud que Cirene pretende tener hace que no le caiga bien a mucha gente. Pero ella vió su otro lado. El que casi nadie podía presumir de haber visto de la Meshir de Meredith.
"El agua, tan en calma y que fue la que nos dió la vida, y cuando menos lo esperas una simple ola gigante puede arrastrar y llevarse con ella todo lo que conoces, a muchos de los que quieres..." Decía una voz en su cabeza.
Giró la cabeza a la derecha. Detrás de todo el grupo estaban Dylan y Ellysse.
Dylan era y ha sido desde siempre muy temperamental. Una caracterísrica de los Elegidos por Alastor.
"El fuego, que sino eres prudente puede acabar contigo sin aviso. Que puede prender tan fácilmente y arrasar con todo si le das la mecha necesaria..." La voz volvió a sonar.
Se los quedó mirando. Esa chica tenía un aura muy peculiar, la había visto muy pocas veces como para recordar de cual de los compañeros de Elvia era. Aunque sabía que la había visto hace ya mucho tiempo. Se le pasó por la cabeza que podría ser Morgana.
Respiró profundamente y mantenió la calma. Siempre la tenía, era lo suyo. Aunque si tenía que decir a alguien cuatro cosas bien dichas se las decía, y no de buenos modales. Supuestamente no podía ser Morgana, ella y su meshir estaban encerradas por si acaso. Pero todo podía ser en esta vida.
Les sonrió, cruzada de brazos, esperando que Cirene se diera cuenta de quién estaba detrás suya. No quería que ellos dos se dieran cuenta que no deberían estar escuchando la discursión.
Ellysse la miró, era Morgana, Sabine estaba definitivamente segura de eso.
"El rayo, que si te alcanza su impacto es casi mortal ,pero si tienes suerte solo significará que hay peligro de tormenta. El elemento más impredecible y con una inestabilidad comparable a la del fuego...
Se hartó, no pudo soportar tanta discusión idiota junta. Al mismo tiempo que Dylan los dos gritaron:
-¿QUERÉIS HACER EL FAVOR DE DEJAR DE HACER CASO A COSAS ESTÚPIDAS Y MIRAR DETRÁS VUESTRA, MALDITOS INCOMPETENTES?

«Por fin se dieron cuenta. Ya era hora. Se ve que soy muy mala con las indirectas» Pensó Sabine algo cansada de estar de pie con los tacones.
Lo que no se esperó fue escuchar una voz femenina que no sabía de donde venía.
Elvia al reconocerla dijo "No puede ser... Morgana"
«Lo sabía. Nunca me olvido del aura de ningún meshir que conozco»
Todos los del grupo se quedaron sorprendidos al darse cuenta de lo mismo que Elvia, Sabine se puso un mechón de su rizado pelo oscuro detrás la oreja, miró su pulsera  y sonrío, mientras que Elvia volvía a decía:
"El aire, el que siempre está en calma, pero que si le enfadas puede transformarse en el más terrible de los tornados, llevando seres vivos y objetos inanimados hasta lo alto del cielo para después dejarlo caer... ¿Verdad, Sabine querida?"
Sabine dió una cabezada imperceptible en forma de afirmación y pasó los dedos por el dibujo de una inofensiva ráfaga de aire de su pulsera.

2 comentarios:

  1. Tantos puntos de vista diferentes, y me encantan todos <3.
    ¿Lo que entendí del asunto es que todos le temen a Morgana? O algo así, porque sino no me explico que le estén ocultando todo a Ellysse... supongo que lo harán por la inestabilidad ya nombrada.
    OH, ¡Dylan es tan tierno! Lo único que sí, desearía que dejase de fumar. Pero más allá de eso, me resultó muy dulce todo aquello que pensó sobre Elly... y el abrazo, también.
    Sabine me pareció un personaje que sí o sí quiero seguir conociendo. ¡Es tan intrigante! ¡Tan calma y tan fiera a la vez!
    Y no puedo evitar preguntarme qué van a hacer ahora que Ellysse escuchó... supongo que no queda otra que contar las cosas, ¿no? Por mí, mejor, que ya quiero que se empiece a resolver un poco todo este misterio, me tiene en ascuas.
    Me fascinó el capítulo, no puedo creer que ya solo me falte uno para estar al día...

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    1. Me encanta escribir varios puntos de vista en un mismo capítulo, aunque no siempre tengo la oportunidad. Lo de Morgana lo has entendido a medias, te falta la otra parte. Se supone que ni Ellysse ni Morgana deberían estar allí. Al menos Morgana hasta dentro de unos 2 años. Ya se explicará por qué. Sabine... Sabine tiene mucha historia detrás y se verá porque es tan... así. Ah no no no. No te pienses que esto se resuelve tan fácil.

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