viernes, 15 de noviembre de 2013

Capítulo 14: Intentos de encuentros

Capítulo 14: Intentos de encuentros
Miró alrededor suya, la gran sala estaba llena de gente que no conocía. "Esto es típico". Pensó ella, "Estoy con mucha gente alrededor pero estoy completamente sola." Chasqueó la lengua con desagrado. Ells se había desmayado y estaba en uno de los cuartos de arriba  al que no dejaban entrar, Cirene estaba hablando con Hellsbeak y cuando se dio cuenta había perdido a Grace de vista con la multitud.
Dio un largo suspiro. La gente era molesta, con sus conversaciones estúpidas y que hacían que le doliera la cabeza. Había venido a la fiesta porque la verdad es que le tenía mucho cariño a Cirene. La conoció en uno de los viajes a México con sus "amados" padres. Perdieron el contacto poco después de volver del viaje y volvieron a tener contacto seis meses antes de que se mudara.
No soportaba a la gente y tampoco quería aguantarlos.
Ella solo aguantaba a las personas que quería, que no habían retrocedido ante esa actitud algo borde que ella tenía. Las personas que le habían demostrado que merecían su atención, preocupación y amistad. Muy poca gente era la que se la merecía.
Sherly se arrastró pesadamente hasta la parte menos concurrida del salón, donde había un espejo. Los tacones le estaban matando los pies, pero ella ya estaba acostumbrada.
Miró al espejo y se encontró a una chica menuda de pelo y ojos oscuros, con unos labios finos pintados de un rojo intenso o "putón", como diría ella y una nariz pequeña en una cara algo alargada que llevaba un vestido azul marino largo hasta las rodillas, con una sola manga larga que le tapa el brazo derecho.
Se sorprendió de ver que era ella. Había cambiado mucho de aspecto estos años. Cambió los pantalones vaqueros y de chándal por faldas con camisetas bonitas y vestidos. Cambió el pelo rubio recogido en una coleta por pelo moreno, suelto y largo hasta sus muslos. El acné desapareció y vino el maquillaje. La salida de la pubertad le estaba sentando bien.
Aún recordaba cuándo se tintó el pelo por primera vez, haría unos seis o siete meses más o menos después de conocer a Ells. Ésta se sorprendió al verla con el pelo negro, no había avisado a nadie del cambio. Luego su amiga pataleó un poco porque ella también estaba harta de su pelo rubio y se lo quería tintar, pero como tenía 15 sus padres no la dejaron. Al poco de cumplir Sherly los 17 la dejaron y fue ella quién le dejó ese pelo mitad rojo, mitad negro que llevaba ahora.
Movió la cabeza un poco, para salir de sus pensamientos, no era bueno pensar demasiado o acabarías con pensamientos que no quieres recordar. ¿Dónde estaría Grace? Necesitaba hablar con alguien que le cayera bien.
Se dirigía a buscarla cuando escuchó un ruido extraño, se giró y vio como un torrente de agua salía agresivamente de la planta de arriba y bajaba al salón por las escaleras. Sherly sonrió ligeramente mirando el brazo que tenía tapado con el vestido y dijo lentamente:
- Tempus.
Y el tiempo se paró alrededor de ella mientras dejaba ver su pulsera con el dibujo de un reloj de arena grabado en ella.
                                                                         ~o-o-o~
Grace no era muy sociable, el aislamiento con sus padres había afectado en su vida, y las pocas veces que estaban con ella que su madre no la tratara bien no ayudaba. Pero por suerte los pocos amigos que tenía eran amigos de verdad, la ayudaban y distraían todo lo que podían.
Entonces escuchó el ruido, el agua golpeando las paredes y la escalera con fuerza y de repente... nada. Solo fue un segundo, pero cuando volvió Sherly le tocaba el hombro.
Miró alrededor. Todo el mundo estaba quieto y el agua también. Miró a Sherls:
-¿Por qué solo nos movemos nosotras dos, Sherly? - Dijo Grace con tono inocente.-
-¿Sabes guardar un secreto, pequeña?- Sherly se lo preguntaba con cariño, así que se relajó.-
-Claro. -Asintió con la cabeza a la chica.-
-Soy la Elegida de Cronos.- Le enseñó la pulsera con el reloj de arena.-
-No puede ser... Cronos llevaba 200 años sin tener ningún Elegido que pudiera con él, que superara el entrenamiento o que fuera digno de él... -La pequeña miró la pulsera como si fuera algo asombroso.-
- Ya, bueno... -Sherly se rascó la cabeza un poco.- Digamos que mi Elección fue un tanto... inusual.
-¿Cómo no me he dado cuenta ni yo ni nadie hasta ahora? -La pequeña dejó de mirar la pulsera para mirarla a ella.-
-Se me da muy bien mentir y actuar, pequeña. -Se encogió de hombros ante no tener una respuesta mejor.- No me lo tomes en cuenta. Oye ¿Me harías un favor?
-Claro, supongo que sí.- Dijo Grace confiada.-
-Tenemos que parar eso o esto acabará medio inundado y Cirene se pondrá furiosa. -Señaló el torrente de agua parado.- Sé que controlas el agua en estado sólido, Elegida de Skadi, pero no líquida. -Se acercó a una cubitera que había cerca de ellas y cogió un cubito, dándoselo a la niña.- ¿Podrías congelarlo lanzando esto dentro?
-Mmm... -Miró el cubito, arrugando los labios un poco por la duda.- Se puede intentar, si.
-Vale, a la de tres yo vuelvo a dejar que el tiempo fluya y tú lanzas eso. ¿Lista?. -Cerró los ojos esperando una respuesta.-
Sonrió, hacía mucho que no utilizaba su poder.
-Yo si ¿Y tú, Skadi?
-Cuándo plazcas, mi pequeña Grace.- Dijo con un tono sensual.-
-Una... Dos.... ¡Tres! - Sherly abrió los ojos e hizo fluir el tiempo de nuevo mientras escondía su pulsera bajándose la manga.-
Cogió un poco de impulso y lanzó el cubito con las dos manos. Rápidamente cerró los ojos como hizo Sherly y dijo:
-Skadi...
Polvo azul flotó por la habitación. De repente se paró en seco y todo el polvo se concentró en el agua en menos de un parpadeo de ojos. El agua estaba bien congelada. Grace sonrió, había hecho bien su trabajo.
Pero de repente oyó gritos del otro lado del hielo. Alguien se había quedado atrapado en el pasillo de arriba.
                                                                        ~o-o-o~
Después de salir los dos despedidos hacia fuera por el agua y cogerse a lo primero que encontraron, se encontraron con una Sabine medio empapada, con los brazos cruzados y dando golpecitos con el pie rápidamente.  Estaba enfadada, se le notaba. Y el enfado lo pagaría Lawlife, él no iba a quedarse ahí para disfrutar del espectáculo.
-Oh, mi amada Munsch. Viniste a rescatarme, sabía que el fondo me amas.- Dijo Hugo con un tono pillo y socarrón en la voz, acercándose a Sabine.-
-Te amará tu abuela, Lawlife.- Se calló solo un segundo para luego seguir.- Ah, no, que se te nota que no tienes.- Se alejó de chico más cabreada todavía.-
- Me amas, Sabine. Me amas.- Dijo con una sonrisa burlona en la cara.-
-Que te calles, Lawlife. Que te calles.- No pudo evitar sacar un poco de su acento alemán en el "calles". Se alejó más de Hugo poniéndole la mano cerca de la cara.-
Dylan ya se estaba alejando de ellos por el lado contrario de las escaleras con intención de saber donde demonios se había llevado Cirene a Ellysse cuando, en menos de unos segundos, dejó de escuchar el agua. Se dio la vuelta con las manos metidas en los bolsillos de su traje seco gracias a la ayuda de Alastor y vio como el agua se había transformado en un enorme bloque de hielo que bloqueaba las escaleras.
Volvió rápidamente donde estaba hace un minuto apenas, y golpeo el hielo con intención de que los escucharan
 - Eh ¿Hay alguien cerca por ahí? Nos habéis dejado encerrados malditos cabronazos.
Sabine y Hugo lo miraron como si no tuviera remedio y negaron los dos a la vez.
-¿Y no sería más rápido si usas ese fuego tuyo con Alastor, chispitas? -Dijo elevando sus antebrazos y negando con la cabeza.-
-Habló el que tiene complejo de sireno, no te jode. Tsk. - Dylan volvió a mirar el bloque de hielo y chasqueo la lengua.- Si lo deshacemos la planta de abajo se inundará
-Se escuchó la voz de una chica que le resultaba familiar al otro lado del bloque.- ¿Dylan? Oh, genial. Me olvidé que el idiota este estaba con... Mierda ¿Están ahí Cir y Ells, Hellsbeak?
Dankworth. Mierda. Como le dijera que su mejor amiga había sido secuestrada por su amada Cirene ahora lo mataba.
-Luego, Sherly. Diles a todos los invitados que se vayan a  la pared más lejana. - Dijo Dylan firme.-
-¿Por qué debería hacerlo?- Dijo esta cruzando los brazos, en forma de provocación.-
-Porque Munsch va a hacer volar esto y no sería muy agradable ver a alguien atravesado por un trozo de hielo. - Dijo esta vez él con los brazos cruzados y Sherls frunciendo el ceño.-
-No pongas palabras en mi boca que no he dicho, Hellsbeak.- La alemana suspiró y se acercó al hielo.- Cuando digas, Dankworth.
Se oyeron gritos, supuso que de Sherly y escuchó los de una niña también, pero la voz no le sonaba.
-¡Ya, Sabine!- La morena dio señal para que la alemana pusiera en marcha a Elvia.-
-Elvia... "Anemotróbilos mega, aeris".- Dijo Sabine lentamente y trozos de hielo salieron despedidos hacia el salón, peligrosos como flechas.-
Después de la lluvia de hielo Sherly y la niña pequeña que había visto con Ells y ella antes de entrar al salón corrieron hacia ellos. La morena lo cogió del cuello de la chaqueta, lo atrajo hacia ella y dijo:
-¿Dónde coño están Cirene y Ellysse, Hellsbeak?
-... Cirene ha secuestrado a Ellysse.
Sherly le apartó de un empujón, mandándolo a la pared y fue directa a las profundidades del pasillo, sin saber siquiera donde estaban. Se fue a alcanzarla, en algún lado tenían que estar esas dos.
                                                                       ~o-o-o~
Cronos le iba indicando el camino dándole pequeños tics en la mano derecha o izquierda según la dirección que fuera. ¿Cómo sabía su shir eso? Ni idea. Pero teniendo en cuenta que fue de los primeros dioses griegos no le iba a contradecir esa vez y menos cuando la cosa implicaba a dos de las personas que le importaban. Además, Cronos no era muy hablador que digamos. Mejor, así pasaría desapercibida como llevaba haciendo estos años.
El por qué Cirene estaba haciendo esto de repente le rondaba la cabeza una y otra vez. Para colmo los idiotas de los otros meshirs la seguían. Dio un resoplido por lo molesto que le resultaba eso y siguió su camino.
A los pocos minutos Cronos la paró, estaba todo oscuro, pero se distinguía la luz que pasaba por debajo de la puerta. Los otros ya habían llegado donde estaba ella. Negó con la cabeza
-Lo siento pero vosotros os quedáis aquí.- Dijo la morena decidida y en un susurro que esperó que no se oyera dijo.- Tempus.
Todo se volvió gris y sin movimiento. Se acercó a la puerta y miró a los meshirs. Si querían saber que tramaba y sonsacarle algo a Cirene sin que ella se enfadara, esa tenía que ser ella.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Capítulo 13: Mentiras y Verdades

Capítulo 13: Mentiras y Verdades
 Cada vez los pasillos se hacían más estrechos y oscuros, pero no le importaba. Estaba acostumbrada a esas condiciones, la obligaron  a estar así durante años. Antes físicamente con sus dos familias y con el entrenamiento, ahora mentalmente. "Es lo que tenía el poder del agua." Se dijo. "Tienes que ahogarte cuando todos los demás respiran para demostrarle que no le tienes miedo y ponerle bajo tu control."
Cirene sacudió su cabeza para despejarse de sus pensamientos. No era ni el momento ni el lugar pero igualmente la sangre en el suelo de la sala de entrenamiento volvió a su cabeza. La sangre de gente a la que no debió de serle derramada ni una sola gota. Tenía que llevársela lejos de ellos. De los Meshirs Superiores. No estaba bien lo que querían. Evitar una guerra por propio beneficio era rastrero. Muy rastrero. ¿Para qué salvar unas cuantas vidas si no habrá progreso ni para ellos y esos estúpidos mortales? Aunque lo que tuvieran los mortales o dejaran de tener le daba igual. Ellos también se pondrían en guerra y morirían unos cuántos o por desgracia sólo ocurriría un gran hecho que daría comienzo a una nueva etapa en su historia y no sufrirían tanto como harían ellos en la guerra que se les aproximaba. La Quinta Guerra Elemental.
Al fin llegaron y abrió la puerta del búnker que tenía bien escondido en su casa. Solo era por si acaso, le gustaba guardarse las espaldas. Lanzó a Ellysse varios centímetros hasta la silla más cercana y se puso a la misma altura que ella, mirándola ojo a ojo.
- ¿Qué coño eres, Ellysse? -Dijo Cirene con gesto serio, sin apartar la mirada amenazadora que le estaba poniendo a la chica.-
-Por lo que me ha dicho Hugo, soy una meshir. Aunque todavía no tengo muy claro que se demonios se supone que es un meshir- Ellysse tenía algo en sus ojos. Por un momento Cirene creía que era miedo. Luego se fijó más. Era desesperación.-
-No, no me refiero a quién eres. Me refiero a QUÉ eres. - Cirene dio un pisotón a la silla que hizo que se balanceara Ellysse.- No lo entiendes Ellysse. Se supone que tú no deberías estar aquí.
-¿Entonces por qué demonios me has traído aquí? -Ellysse se levantó indignada pero Cirene la volvió a sentar de un empujón.-
-No me has entendido -Se llevó una mano a la frente y negó con la cabeza riéndose un poco.- No deberías estar aquí... No deberías existir. -Cirene grito eso último con rabia, la habían engañado. A ella y a todos. Dijo susurrando- Nos engañaron a todos, malditos hija de puta... Incluso a los trabajadores de la Central...
-¿No debería... existir?- La chica estaba más que confundida.-
-¡Deberías estar muerta, Ellysse! ¡Muerta!
                                                                               ~o-o-o~
Varios pataleos del idiota del elegido del fuego pensándose que iba a morir ahogado después se tranquilizó y se dio cuenta de que él también podía respirar bajo el agua gracias a sus necesarias branquias que le había dado Hugo al tocarle.
Al no tener cuerdas vocales, ya que habían sustituido todo su aparato respiratorio por el de un pez y los peces no tenían, se comunicaron mediante signo que Hugo esperó que Hellsbeak pudiera comprender o de verdad se replantearía el coeficiente intelectual del chico.
El plan era sencillo. Como Cirene se había encargado perfectamente de atrancar la ventana para que ésta no pudiera abrirse pensó un plan B. Las paredes de las casas de los ingleses y estadounidenses eran conocidas por ser tan fáciles de romper como hojas finas de madera, así que lo más rápido sería dar patadas y puñetazos a la pared que daba a la habitación contigua. No quería que cuando rompieran la pared toda el agua se fuera por el pasillo, de allí a las escaleras, de las escaleras al gran salón y que cundiera el pánico, así que decidió que lo mejor sería romper la de la habitación contigua. Los dos chicos se acercaron a la pared y empezaron a lanzar puñetazos  con un solo brazos y patadas, con lo que no contó Hugo es... que en el agua los movimientos son algo más lentos así que sus golpes no se darían con la fuerza que él quería darlos. Tardarían muchísimo más de lo que él tenía previsto.
Ya cansados de que el agua les restara tanta fuerza en sus golpes y les costaran moverse tanto. Luego se acordó, los portadores del agua podían controlar la gravedad del agua que manipulaban a su antojo y siendo Cirene seguro que previó que irían a hacer algo parecido....
Pero Hugo era muy cabezota, cuando se proponía un plan, intentaba llevarlo a cabo hasta las últimas consecuencias. O eso se creía él hasta que una gran corriente los arrastró hacia la puerta a Dylan y a él. Se veía luz desde ella, alguien había abierto la puerta...
                                                                          ~o-o-o~
Algo iba mal. No sabía el qué, pero algo iba mal. Podía sentirlo en las auras, estaban agitadas, inquietas sobre algo. Pero ¿El qué? Entonces su mirada fue directa a las escaleras ¿Que había sido de Cirene? Llevaba mucho tiempo allí arriba discutiendo con Dylan ¿Debería subir allí? Si Hellsbeak le había hecho algo a su Cirene juró que iba a hacer que Elvia le arrancara todo el oxígeno de su alrededor y lo ahogaría sin pensarlo dos veces.
-Sabine, creo que deberías dejar de hacer amenazas en tu cabeza y subir arriba.- Dijo Elvia tranquilamente.- Noto auras raras allí. Y no, no es de Cirene, tranquila. Aunque no la noto por ningún lado.
Sabine arrugó el entrecejo, afinando el oído refinado gracias a Elvia. Oía algo... ¿Agua? Se cogió un poco de los bajo de su vestido y se fue con el mejor disimulo que pudo hacia las escaleras y las subió evitando hacer mucho ruido con los tacones. El pasillo estaba a oscuras, al sonido del agua se le añadió el de unos golpes sordos. Venían de la primera puerta a lado izquierdo. Se acercó, cautelosa. Llamó varias veces, pero no obtuvo respuestas. Intentó abrir la puerta, pero estaba estaba cerrada.
-Elvia ¿Me haces el favor, cariño?- Dijo con ese pequeño acento alemán señalando el pomo.-
-Sólo tienes que decir nuestras palabras secretas, querida.- La diosa usó un tono de complicidad en esa frase.-
Sabine  cogió un poco de aire, lo soltó por la boca, señaló el pomo con el dedo y dijo: 
- "Anemotróbilos, aeris" - Un ráfaga potente de aire fue disparada al pomo que saltó por los aires y abrió la puerta, de la cual salió disparada una torrente de agua.- Vögeln...
Elvia ya le había puesto un escudo alrededor antes de que el agua se le viniera encima.
                                                                                ~o-o-o~
Ellysse se quedó callada sin saber que decir. Muerta ¿Cómo que muerta? No entendía nada de lo que Cirene decía ¿Si al menos le explicara todo desde el principio...
- Cirene, por favor explícame de que va todo esto porque no entiendo nada. -Dijo con el tono más neutral que pudo.-
-Eras rubia antes de tintarte así ¿verdad? -Dijo dando vueltas alrededor de la chica, levantándole un mechón de cabello.-
-¿C-Como lo sabes? Las raíces no se me notan aún...-Siguió con la mirada a Cirene,ansiosa de saber más sobre el asunto de... Todo…-
-Los cabrones te escondieron muy bien hasta en el último momento. De pequeña te encerraron con la excusa de que eras un peligro para nuestra sociedad según la profecía, que traerías guerra y destrucción. Estuviste ahí unos años y entonces dijeron a los trabajadores de la Central que estabas muerta, que no soportaste tanto confinamiento a tan temprana edad. No podíamos decírselo a nadie que no fuera trabajador de allí... Lo tenían todo controlado. Nos engañaron a todos. - La rabia seguía en su voz, pero esta vez era más como desilusión.- De pequeña eras rubia, una preciosa rubia de ojos verdes esmeralda, por eso lo sé.
-¿Qué es eso de "La Quinta Guerra Elemental"?- Dijo firme la morena/pelirroja.-
-Frena un poco, amiga -Se alejó de ella, poniéndole la mano por delante.- ¿Tú sabes lo largo que es eso? Te tendría que explicar las Cuatro Guerras Elementales enteras. ¿Tú sabes lo largas que fueron cada una de ellas? -Se dejó caer sobre una de las mesas que había.- Si vas a hacerme preguntas, que sean más sencillas, Elly. Tengo poca paciencia y lo sabes.
-Mmm.- La chica arrugó un poco la boca, pensativa de que preguntar.-... ¿Qué es un meshir y que tengo que ver con ellos?
- La morena carraspeó un poco y empezó con su explicación.- Los dioses crearon este mundo La Tierra.- Dijo mientras se paseaba por el búnker.- En La Tierra crearon a animales y humanos. Lo que la gente no sabe es que... nos crearon a nosotros. Los meshirs, somos una forma evolucionada de la humanidad. Tenemos una esperanza de vida mayor. -empezó a enumerar con los dedos.- Podemos hacer magia, pero no-elemental hasta el día de la elección, con seis años. Obviamente, por esto, tenemos muchísima mejor toleración a la magia. Podemos ver las criaturas que los humanos no pueden como fantasmas, rhasirs, sombras, magos... Y lo más importante de todo. Somos capaces de ligarnos con dioses que nos prestan su fuerza y elemento.
-¿Y los humanos nos aceptaron así como así? - dijo ella algo incrédula a una respuesta afirmativa.-
-Obviamente no, los humanos rechazan todo aquello a lo que no pueden ponerle una etiqueta, pero algunos si nos aceptan, y nos acogemos en sus familias. -En algún momento Cirene adquirió un tono notable de profesora.-
-¿Y qué hicisteis?
-Eso, pequeña - Le llevó una mano al hombro.- Es otra historia que nada tiene que ver. Y ahora tengo que sacarte de aquí antes de que los Meshirs Superiores vengan a por ti y sigan con su intento de evitar la guerra.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Capítulo 12: Confusión

Bueno, me hacía especial ilusión subir un capítulo porque un 5 de noviembre del año pasado empecé a escribir esto y me parecía una buena forma de "celebrarlo" Muchas gracias a los que leéis Portadores Elementales, en especial a Barb, André, Maru y no sé si habrán empezado ya Jazz, Ale y demás pero muchas gracias por sino han empezado, querer leerlo al menos. 

Capítulo 12: Confusión.
Un ruido sordo. No se escucharía casi para la gente normal pero para él sí. Era una de las ventajas de ser el Elegido de la Vida, tenías la audición más aguda que el resto, pero no tanto como la tenían los Elegidos del  Aire. Venía del piso de arriba y fue a investigar. Estarían Dylan y Cirene discutiendo, pero le daba igual. Al subir las escaleras los dos se quedaron mirándolo, preguntándose qué hacía ahí.
-¿Qué quieres, Hugo?- Dijo Dylan apretando el puño. No sabe de qué estarían hablando hace un momento, pero Cirene lo llevaba bastante cabreado.-
-He oído un ruido sordo que venía de aquí. –Señaló la habitación de al lado con el pulgar.- ¿Se habrán metido ladrones?
Weatherby y Hellsbeak se miraron con los ojos abiertos.  Puedo distinguir un “Mierda” por parte de Dylan y un “Maldita cría” por parte de Cirene antes de que fueran directos a abrir la puerta de la habitación que señaló. Hugo se quedó en la puerta y vio una escena peculiar:
La chica que se había desmayado en medio del salón que ni se acordaba de su nombre estaba sentada en una esquina encogida y abrazada a sus rodillas, con su vestido morado todo arrugado y su pelo negro y rojo tapándole la cara. De pie, Cirene hablaba con ella al mismo tiempo que Dylan, que se había había puesto de cuclillas para estar a su altura y le tocaba el hombro. Se acercó más a la chica, he hizo que los otros dos se apartaran para dejarle espacio al hablar con ella:
-Tranquilízate, esto... -Su aro dorado cerca del iris se movió un poco.- Ellysse. Mírame a los ojos. ¿Qué te ocurre?
La chica le hizo caso, miró a sus ojos azules con el aro dorado y de repente destensó todos sus músculos.
-¿Qué es todo eso de que puedo estar ligada a dioses? -Dijo Ellysse mucho más calmada.-
Escuchó a Dylan susurrar un: "Mierda, me ha oído."  y a Cirene: "No puede ser... ¿Así es su poder? ¿El poder divino que nos dio la vida?"
Negó con la cabeza al oír el comentario de la morena. Odiaba que lo comparasen con "El poder divino" Eso a él le recordaba a lo que los humanos que tuvo que vivir durante muchos años llamaban Dios, y por lo que había escuchado no le gustaba nada.
Sacudió la cabeza para volver a la realidad y continuó:
-Todo a su debido tiempo, meshir. Para eso me harían falta horas que no tengo. -No despegaba los ojos de ella o se anularía el efecto, pero... ¿De qué le sonaban esos ojos? -
-¿Meshir? ¿Y cómo demonios sé que puedo confiar en ti? Ni sé tu nombre. -Se estaba alterando, tenía que dejar de pensar en cosas que no venían al caso ahora y concentrarse.-
-Bueno, puedes preguntar cosas sobre mí, verás que soy un tipo normal y corriente. -Se le escapó una sonrisa "Normal y corriente" Más quisiera.-
-Mmm... -Ellysse arrugó un poco la nariz, pensando en que preguntarle.- ¿Dulce favorito?
-Nutella. -Dijo el rubio firme.-
-¿Nutella? ¿Un chico que le gusta la Nutella? -Parpadeó varias veces, sorprendida.-
-Sí, Nutella. ¿Es que a un hombre no puede gustarle el chocolate, maldita sea? -Elevó los brazos, indignado. Siempre decían lo mismo.-
-Vale, vale. Perdón.- La chica se disculpó y siguió preguntándole.- ¿Nombre?
-Hugo Lawlife.- Hizo una pequeña reverencia rápido y siguió hablando.- Encantado, señorita...
-Birdwhistle. Ellysse Birdwhistle. -Respondió algo más relajada y confiada.- ¿Cuántos años tienes?
-19 -Dijo Hugo sin vacilación.- Y tú tienes... ¿16?
-Casi .-Ellysse tenía una sonrisa en la cara, parece que ya le estaba cogiendo confianza.- Tengo 17. Si tienes 19 entonces tienes la misma edad de Sabine.
-Oh.- El chico soltó una carcajada.- La señorita Sabine, si. La conozco bastante y siempre me está diciendo "Que te calles" con ese acento suyo alemán...
¿Podemos dejarnos de preguntas absurdas, Elegido de Tab e ir a lo importante que es informar a mi maldita Elegida ya que se niega a abrirme la mente?-  Dijo Morgana exasperada. Parece que le molestaba el hecho de que la chica delante suya no le abriera la mente.-
-No, primero tenemos que asegurarnos de que no seáis unas impostoras. -Hugo las miró con dureza, al notar a la peliroja/morena más calmada retiró su efecto en ella, haciendo que el círculo dorado en los ojos volviera a su tamaño normal.-
-¿Me estás llamando impostora a mí, sucio mortal? -Dijo Morgana indignadísima.- Oh, como osas. Me encargaré de que tengas una muerte lenta y dolorosa...
-Tab carraspeó, para hacerse notar y dijo con una pausa en sus palabras poco normal en él.- Morgana, te agradecería que dejases a mí Elegido, que no es un sucio mortal dado que es un meshir, en paz y sin amenazas.- "Oh,oh." Hugo conocía ese tono que estaba poniendo su Dios. Estaba cabreado, y no poco.-
-Hombre, si tenemos aquí al ignorante Tab que piensa que todo es bonito y de color de rosa -Dijo Morgana con malicia, al parecer ella y Tab no se llevaban muy bien que digamos.- Siempre te he querido preguntar una cosa ¿Qué se siente siendo el Dios de la Vida por casi extinguir la humanidad? - La diosa rio a carcajadas con un aire hasta de enferma mental.-
No nos metamos en terrenos pantanosos o podemos salir muy mal los dos de aquí, Morgana... Y los chicos también .- Hugo miró a sus cuatro acompañantes y decidió cortar la conversación antes de que se pusiera la situación peor y no se acordara de lo que quería hacer.- Vamos a llevarnos a Ellysse al sótano y le haremos unas cuántas preguntas. Necesitamos saber si es ella.
-No, me niego. -La morena se puso entre Hugo y Ellysse.- Esto es cosa de los Meshir Superiores os lo vuelvo a de- Una voz la la interrumpió.-
-Aaaagh. -Dylan se llevó las manos a la cabeza.- ¡Cállate ya. Basta Cirene Weathe-
-¡Ah, no. Ni se te ocurra interrumpirme Hellsbeak o te juro que te ahogo con Meredith  en menos de lo que dura una fresa cerca mía! -Puso los dedos en posición de chasquido y lo miro con una media sonrisa.- Ya sabes, agua gana a fuego. Vuelve a interrumpirme y creéme que no me importará matarte. -Se acercó a Ellysse e hizo que la chica se levantara cogiéndola del brazo y la llevó hasta la puerta.-
-Auch, C-Cirene, que me haces daño. ¿Qué significa todo esto? Suéltame. -Ellysse intentó deshacerse de su agarre pero la chica era más fuerte de lo que parecía. -
-Voy a llevármela. Si me seguís, dáis la voz de que la he secuestrado o cualquier cosa que me delate... -Empezó a abrir la puerta, salió con Ells y cerró con pestillo la puerta donde se encontraban.- Os llenaré la habitación de agua y os ahogaréis.
-Cirene, sé lógica. Se darán cuenta de que las dos habéis desaparecido.- Hugo tragó saliva. Esto no iba bien. Esto no iba nada bien. Cirene planeaba algo y no podía ser nada bueno. Antes de que se diera cuenta Dylan estaba haciendo justo lo que no debería, pegar chillidos para que lo sacarán de allí. "Será imbécil." Negó con la cabeza.-
-Oh, cuáaaanto siento que vayáis a morir.- Hizo una leve pausa y una risa algo psicópata salió de su voz.- Ah, no. Que no lo siento. -Se oyó un chasquido y palabras en latín.- Ego sum... ¡Aqua totalum! -Se oyeron los pasos de las dos chicas antes de que el agua les llegara a los dos por la cintura.-
-Mierda. -Dylan fue hacia la puerta y le dio patadas en un intento de tirarla abajo.-
- "Ahora es cuando yo necesito mi Nutella para aguantar a tanto idiota..." -Cogió aire y se metió bajo el agua, saliendole a los pocos minutos branquias y cogiendo a Hellsbeak del tobillo para que le ayudara con su plan para salir de allí.

jueves, 17 de octubre de 2013

Capítulo 11: Exigencias Fallidas

Capítulo 11: Exigencias fallidas
-¡Suéltame! ¡Suéltame que me cargo a ese cabrón! -Aeryn pataleó en el aire mientras Shin la tenía cogida de la cintura.- ¡Shin, suéltame o te morderé!
El chico permanecía impasible hacia las amenazas de la chica. Notaba como se le escurría de las manos. Desde abajo, Aeryn pudo ver más claramente el contraste de su pelo moreno con sus achinados ojos azules cielo, que hacían que Shin pareciera más blanco aún de lo que era.
«Es realmente guapo» pensó la chica. Y esa chupa de cuero que llevaba el japonés le hacía seguir pensando más en ello. «Ahora entiendo por qué llevo casi dos años colada por él»
Embobada en sus pensamientos no se da cuenta de como Shin se acerca a su oreja hasta que le susurra, asustándola:
-Bueno, si me haces el favor de dejar de gritar y de tranquilizarte lo agradecería mucho. -Aeryn no parecía muy convencida, con lo cuál añadió- Por mí, por favor.
Ya está. No hacía falta que le dijera nada más. La chica calló de inmediato y entonces se dió cuenta de como la tenía cogida por la cintura. Enrojeció y se deshizo del agarre con el que la había arrastrado hasta la orilla del grupo.
Casi pudo llegar a distinguir un pequeña sonrisa triunfadora en los labios del chico. Volvieron juntos con los demás.
                                               ~o-o-o~
«Morgana estaba encerrada. Por los Meshirs superiores. Para evitar... -La voz de Elvia dió un suspiro, dándose cuenta de lo que significaba.- Ha empezado. -Sentenció la shir.- Ya había durado esto demasiado tiempo después de 1700 años.»

«Hay que hacer una reunión o será igual de desastroso que la última vez. Los cuatro. ¿Donde coño esta Gaia?  -Ahora hablaba Alastor, que entendió a que se refería Elvia.-»
Otra voz resonó, haciendo un leve carraspeo para llamar la atención. Morgana.
«Os corrijo, los Cinco. -Dijo ella indignada de que se olvidaran de ella.-»
« Por favor - Ahora era Azrael, la voz venía de Shin.- Luego dicen que por qué me fui a un sitio tan siniestro como el Inframundo -Era palpable el tono de ironía hiriente típico de La Muerte en su voz.-  Morg, llevamos millones de años diciendo "Los Cuatros" ¿Te crees que por solo unos pocos 1700 años de nada vamos a empezar a  incluirte?»
Ellysse y Dylan empezaron a moverse inquietos, cruzándose de brazos y moviendo el pie al unísono.
-¡¿Pero quieren callar de una vez?! Va a explotarme la cabeza -Dijeron a la vez y de ipso facto los de se miraron al darse cuenta-
Ells caraspeó, quitándole tensión al asunto y como estaban todos callados aprovecho:
-Mirad -Dijo ella con los hombros encogidos.- No sé en que demonios estáis metidos, ni que sois, ni quiénes son esas voces y porque tengo yo una. Y la verdad es que preferiría vivir en la ignorancia -Paró y cogió aire para continuar. Estaba de los nervios, lo que le hacía hablar más rápido.- Pero por lo que veo yo estoy implicada en el asunto. Y mucho. -Miró a todos a su alrededor .- Así que lo diré una vez. -Levantó el dedo índice, mirando a todo el grupo- Quiero respuestas y las quiero ahora mismo.
-Te lo dije Cirene. -Dijo seca y rotunda Aeryn.- No es tonta, se ha dado cuenta de que algo no anda bien en ella -Señala con el brazo a Ellysse- Díselo.
-Los Meshirs jefes nos matarían a todos por decírselo.-Se arregló un poco su rebelde pelo rizado-
¿Y qué? -Dijo Aeryn con las brazos levantados hacia el techo, en un gesto de desesperación.- No somos soplones Cirene.
Shin, temiendo que la pelirroja teñida se pusiera como antes decidió acercarse. Solo por si acaso y la apoyó:
-Tiene razón, Weatherby. -Se apoyó en la pared más cercana, cruzado de brazos.- Ha escuchado demasiado, Cirene. Debe saberlo.
-Agh ya está bien. -La morena se llevó las manos a la cabeza y se estiró un poco el pelo- Haced lo que os de la gana, yo me desentiendo. Luego pasará algo malo y ahí estaré para reírme en vuestra cara. -Dicho esto se alejó de esos dos y se quedó con Sabine.
Se lo digo yo. -Dylan volvió a hablar después de un largo rato. A veces parecía que estuviera en su mundo pero se enteraba de todo lo que pasaba a su alrededor. Este cogió a la chica por los hombros y la miró fijamente con esos ojos azules celeste suyos.-  Verás Ellysse...
-No me llames Ellysse, ya sabes que no me gusta. -Refunfuñó la chica, hinchando un poco las mejillas.-
-No me seas tiquismiquis ahora S- digo Birdwhistle. -Dylan dió un bufido y rodó los ojos, poniéndolos en blanco. Prosguió.- Verás Ells tu no...
Esta vez le interrumpió un chico de pelo corto, liso y rubio con flequillo a un lado. Tenía unos peculiares ojos color avellana claros con una especie de aura dorada alrededor del iris.
Vestido con una camisa azul clara, unos vaqueros anchos negros y unas Converse del mismo color se metió dentro del grupito. Azrael no tardó en protestar.
«- ¿De todos los sitios que hay en esta sala tenía que venir el estúpido de Tab y su Elegido igual de estúpido? -La voz resopló, algo perezosa.- Con lo bien que estaba yo en mi Infierno... »
- ¿Tan poco le agrada a La Muerte tener cerca a La Vida? - Dijo el rubio con aires de superioridad.-
Para sorpresa de muchos fue Shin quién contestó:
-Te equivocas, Lawlife. Lo que no le gusta es tener que aguantar a un imbécil que solo por tener el don de dar la vida se cree que todo en este mundo es de perfecto y de color rosa.
El rubio se acercó amenazante a Shin, teniendo la cara a centímetros de la suya.
-Ten cuidadito con los que dices, Takatsushi- Dijo dándole golpecitos en el hombro con un dedo.-
-El que debería tener cuidado eres tú. Como muy bien has dicho soy La Muerte. -Una sonrisa digna de un trolleador profesional se puso en sus labios.-
-Ya vale ¿No? Dejaos de peleas. Luego dices que no me meta en peleas, así no das ejemplo.-Aeryn se puso en medio de los dos para separarlos. Suspiró, mirando a Shin y dijo.- Cirene ¿Donde está Gaia y Tara?
-La morena suspiró, encogiéndose de hombros.- ...Tara cayó en misión al parecer. Estamos buscando su cuerpo. No vamos a tener a Gaia esta vez para esto.
-Esto no me gusta. No me gusta nada ¿Que coño hacemos sin uno de los Cuatro con lo que se avecina? -Sabine empezó a jugar con sus dedos, nerviosa.-
-No entiendo nada, me da vueltas la cabeza. No puedo respirar... Parad de hablar. -Ellysse empezó a respirar muy deprisa. Ataque de ansiedad. Demasiada información junta que nadie le explicaba. Todo se oscureció a su alrededor.
                                               ~o-o-o~
-Por fin llegas. - Dijo el hombre desde las sombras, sin que se le viera el rostro.- ¿Tienes información para nosotros sobre la portadora de Morgana?
La figura, que también estaba en las en las sombras sonrió. Con un tono angelical dijo:
-Si supiera todo lo que sé de ella, señor... Toda su vida. Pero tendré que contárselo rápido o se darán cuenta de mi ausencia. Y ninguno de los dos queremos eso.
-Está bien, cuéntame todo lo que sepas, ma merch.
La figura se acercó hacia el hombre que le daba órdenes y entonces empezó a hablar.
                                               ~o-o-o~
Todo oscuro. No veía nada a su alrededor, pero si que escuchaba como susurros fuera de donde demonios estuviera. Decidió quedarse como estaba un rato más, estaba bastante cansada. Supuso que se desmayó o algo así por un ataque de ansiedad de los suyos. A los minutos abrió un ojo, dejando ver su verde en él e inspeccionó la habitación.
Paredes rojas se cernían sobre ella, con una luz cegadora que provenía de la lámpara metálica colgada del techo. Un armario empotrado de madera oscura estaba a su izquierda, un pequeño tocador de madera del mismo tono que el armario estaba en frente suya, un poco más a la derecha de este estaba la puerta. A su derecha, una ventana que ocupaba la mitad de la pared y tenía unas cortinas grises a los lados.
Palpó con las manos el tejido que tenía bajo ella. Satén. Era muy suave y agradable al tacto de Ellysse. Apoyó el codo sobre lo que tenía debajo suya, una cama con un edredón gris a juego con las cortinas y la lámpara.
Se levantó despacio, algo mareada y se acercó con sigilo hacia la puerta, apoyando la oreja en la puerta y escuchando. Parecía la voz de Cirene y Dylan, como no, discutiendo. Esto no le sorprendió ya mucho.
-... ¿Y que coño le vas a decir Dylan? ¿Qué no es una humana cualquiera? ¿Qué tiene un don especial que la gente normal no tiene? -Hizo un "tsk" con la boca- Te tomará como un loco. No te creerá. -Se escuchó un pasos en círculos y un resoplido por parte de la morena.- Lo mejor es no decirle nada. Ya has oído lo que ha dicho Elvia en la reunión, lo que se avecina si despierta del todo. Es un peligro, lo mejor es que siga con su vida de humana como antes, en la ignorancia.
-Pues que me tome como un loco, Cirene. Además, Sherly me ha dicho que sus padres no son los biológicos ¿Crees que no investigará sobre ellos? Querrá saber de sus raíces. Tus exigencias van a ser fallidas, si no lo decimos nosotros se enterará por su cuenta, y será peor. -Dijo con tono molesto y harto de una discusión que no llegaba a ningún lado- Pues le diré lo que es, pequeña Weatherby. Le diré que ha nacido con el don de los meshir, el poder de estar ligada con... -La voz de Dylan dejó de escucharse. Ellysse estaba en su propia mente y no escuchaba nada. No quería.-
Ahora lo entendió. Apoyó la espalda en la puerta y se dejó caer poco a poco al suelo, abrazándose las rodillas y escondió el rostro entre el hueco que dejaban sus rodillas y su cuerpo mientras terminaba la frase de Hellsbeak en su cabeza.
«El poder de estar ligada con dioses»

lunes, 30 de septiembre de 2013

Capítulo 10: Cena navideña

Capítulo 10: Cena navideña
Las brujas volaban por la gran sala de banquetes que Cirene había preparado. La iba a matar, pero no tenía porque pasar nada y estaba harta de que ese grupito de seis chicos estuvieran molestándola así que no vió inconveniente alguno en usar su ayuda. Esos idiotas no merecían que gastara su energía para espantarlos. Con lo que Aeryn no contó es que el primo japonés de Lils (Su mejor amiga) y del que llevaba colgada casi un año desde que ella los presentó iba a estar con ellos.
Ese momento de desconcentración lo aprovechó uno de ellos para poner una barrera que evitara el ataque de las brujas que Aeryn invocó. Lo que produció una gran explosión.
«Como entré Ellysse y vea todo este lío Cirene me va a matar por tener que darle más mentiras de lo que ya lo hace» Pensó Aeryn buscando la forma en cómo las brujas que había invocado podrían ayudarla. Al final, desesperada dijo en voz baja
-Ariada, ayuda a tu Elegida a salir del apuro ¿no? -Dijo la chica buscando piedad en ella-
-De eso nada, querida. -Dijo la aludida con un tono de voz muy sereno- Te lo tienes merecido por hacer algo que una Elegida de los Cuatro te pidió que no hicieras
Resopló y ya resignada se acercó a Shin con la intención de replicarle porqué estaba con ellos pero la puerta se abrió y nudo en el estómago se le hizo al pensar que sería Ells. Pero para "alivio" suyo solo era Cirene.
-Mierda. -Dijo con los dientes apretados cuando se dó cuenta que no había hecho irse a las brujas, que seguían volando por encima de los invitados.-
Cirene se acercaba a ella dando pisotones firmes y fuertes a su paso. Esto no le pintaba nada bien a Aeryn. Y que una chica que tenía como cinco años menos que ella la regañara no le hacía mucha gracia, y menos delante de todo el mundo con lo vergonzosa que era.
Pero en el fondo sabía que su Shir llevaba razón. Esta humillación se la buscó ella solita.

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No tenía ni idea de que demonios había pasado con esa explosión. Estaba dando una vuelta por la oscuridad del jardín de la parte de atrás de la casa, con la tentación de fumarse un cigarro que ya llevaba en la boca y encendía con la llama que salía de de su dedo índice cuando  pasó la explosión.
Dió un calada larga y lenta, soltando el humo de la misma forma. No sé inmutó mucho hasta que Dylan recordó quien le dijo Cirene que estaba invitada
«Mierda, Ells» 
Fue corriendo hasta la puerta. Todavía no lo tenía claro. Si era la Ellysse que llevaba como once años buscando desde que se separaron en la Elección. Prometió encontrarla, y cuando entró a esa clase y escuchó como la profesora decía "Ellysse" en la lista el corazón le dió un pequeño vuelco.
Pero entonces pensó. Su Ells era rubia, no morena con la mitad del pelo tintado de rojo, era tímida y desde luego podía decir que ésta Ellysse no tenía pinta de eso. Además, no tenía segundo nombre. Su segundo nombre que tanto le rabiaba que dijera.
Lo tenía claro en ese momento, sentado en el pupitre. No era ella, lo hubiera reconocido ¿no? Pero aún así no pudo evitar que su pequeño atisbo de esperanza saliera a la luz y acabó interrogando a la chica. Y entonces lo vió. Una de las pulseras que llevaban los Elegidos y con el poder que tenían su Shirs grabado en un dibujo. 
«Rayo... Pero no puede ser. Se suponen que los Meshirs superiores tenían a la Meshir de Morgana bajo custodia por peligro de que los Evil Angel la tomaran... »
Pero... ¿Y si se habían equivocado, encerrando a una farsante y Ellysse era la verdadera Meshir de Morgana?
Pero no sabía porque no le reconocía, y eso le desquiciaba demasiado. Lo que le pareció extraño también es que el interrogatorio no lo recordara de dónde sacó la pulsera... Así que quiso comprobar por él mismo si sus sospechas eran ciertas.
Si de verdad era la Elegida de Morgana, cuando un Elegido de Alastor como él la tocara un descarga pasaría por su brazo y ella sentiría un ardor donde la tocara. Esto se debía a la mala relación de sus Shirs desde hace años, pero se podía controlar.
Y su teoría fue cierta. Alastor le dió la regañina de su vida. Él decidió preguntar a su "amiga" que estaba metida en asuntos con los jefes Meshirs. Sí, efectivamente. Esa es Cirene. Pero ella se negó a pasarle información clasificada. Pero aún así bien que utilizó el asunto para hacerle chantaje y que estuviera allí.
Y ahí estaba, en una cena navideña que odia para poder sacarle información. Corriendo a buscar a la que no sabe si es la chica que lleva años buscando aunque sabía que no volvería a verla para ver si está herida.
Se paró en seco. La vió en la puerta, con lo que supuso que eran sus zapatos de tacón en la mano y cruzada de brazos. Parecía enfadada por algún motivo. Agarrada a su brazo estaba una niña pequeña con un vestido rosa que parecía intentar tranquilizarla. Apoyando la espalda en la pared, cerca de ella y con un vestido largo azul oscuro bastante sencillo estaba Sherly. Parecía que también la intentaba tranquilizar. Ponía la misma cara de enfado que ella...
Y él estaba allí, con su traje negro que le venía al ancho y su corbata sin apretar, con las manos en los bolsillos, el cigarro en la boca y su pelo castaño oscuro revuelto. No lo aguntó más.
Se acercó a ellas.
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Estaba enfadada. Realmente enfadada.
Cirene le había prohibido entrar a la sala del banquete para ver que sucedía y convenció a Grace y Sherls para que la retuvieran, ya que era obvio que Ellysse no iba a hacer caso alguno a la prohibición. Sabine entró con Cirene.
Y ahí estaba, como una idiota. Enfadada, cruzada de brazos, descalza sobre la hierba y con los dichosos tacones en una mano. Y Grace cogiéndola del brazo para que se tranquilizara.
Una figura vestida de negro vino veloz hacía ellas. «No podía ser ¿Dylan?» Pensó ella. Tardó unos pocos segundos en reaccionar y levanto el dedo con intención de reñirle y preguntarle donde demonios había estado. Y de paso interrogarle un poco.
Pero el chico no le dió oportunidad. La cogió del brazo, atrayéndola hacía él y la abrazó. Un abrazo muy cálido pero que no llegaba a arderle la piel como en el encontronazo en el instituto.
Ellysse, algo confusa habló al fin:
-¿Se puede saber por qué me abrazas, Dyla-Se interrumpió- digooo Hellsbeak? -Dijo con algunas pausas, correspondiendo con duda al abrazo-
-Dylan la apretó un poco más a él, la soltó para alejarse y dejarle espacio vital- Nada. Cosas de un niño que hace promesas que no puede cumplir -Sonrió de lado, con nostalgia. Recuperó la compostura y se maldijo por haberla abrazado. Intentó cambiar de tema- ¿Que coño ha sido la explosión de antes?
Un poco de pena invadió a Ells. Sabía a que se refería con la promesa, pero... ¿Era buena idea decírselo? Decidió que no por el momento. Y le contestó:
-Pues no lo sé porque la maldita de Cirene no me ha dejado entrar. Es más, me lo ha prohibido y tengo seguratas -Levanta el brazo donde está agarrada Grace y mira la pared donde está apoyada Sherly.-
El chico dió un sonoro suspiro de cansancio. Puso la mano en el pomo y se quedó mirando a Ellysse. Al ver que no no iba dijo bastante borde - ¿Entras o qué? No tenemos todo el día. -Se sacó un cigarro, hizo que saliera una pequeña llama en uno de sus dedos y lo encendió.- Vamos.
Ellysse, ansiosa de ver que narices había pasado ahí dentro abrió la puerta de golpe, ganado la negación de cabeza de Dylan ya que iba a abrirla él al parecer.
Una enorme sala con suelo de madera clara y paredes color violeta se cernían sobre ella. Las cortinas eran del precioso negro que a ella tanto le gustaba. Algunos cuadros de adorno de distintos tamaños con el color de los marcos a juego con las cortinas decoraban la pares. En medio de la sala una mesa larguísima llena de pollos asados, ensaladas,  canapés...
 Giró la cabeza, inspeccionando a la gente de la sala para encontrar a Cirene y Sabine. Pero no encontró exactamente lo que ella esperaba. Estaban Cirene y Sabine, si. Pero lo que no se veía venir es que también estuviera Aeryn, Shi, Abigail, Dan, Allen, Daryl y Joshua. Y que su grupo de amigos y su amiga estuvieran discutiendo. No pudo evitar ir a cotillear.
 -Cirene, eres una maldita manipuladora, mentirosa y egoísta ¡No puedes tenerla en la ignorancia para siempre, su naturaleza saldrá tarde o temprano!- Aeryn tenía los puños apretados, gritándole indignada- ¿Y por qué demonios están estos aquí? -Señaló al grupo de amigos de Ellysse-
-No soy manipuladora, querida. -Sonrío falsamente a la chica, mostrando superioridad.- Se llama tener contactos, cosa que tú no tienes -Remarcó el "tú" de una forma chillona, más que su voz de niña.- No hables de lo que no sabes, ahijada de las brujas. Tengo mis motivos. Siempre los tengo. -Se cruzó de brazos, mirando a los chicos con cara burlona- Esa pregunta tiene fácil respuesta -Apoyo su peso en la pierna derecha-Mírales las muñecas.
Ellysse hizo el mismo movimiento de cabeza que Aeryn, los seis chicos llevaban pulseras como la suya con cosas grabadas. Dan llevaba una luna grabada, Abigail un sol, Allen un imán, Daryl una espada parecida a la que utilizaba un protagonista griego un videojuego que le gustaba a nuestra chica y Shin llevaba una especie de Parca. Estaban todos tan metidos en la conversación que ni se habían dado cuenta de que Dylan y ella habían llegado. Todos menos Sabine, que los miraba con esos ojos oscuros, con calma, cruzada de brazos y mostrándoles esa dentadura perfecta suya.
Aeryn no pudo evitar reír por lo bajo y dijo
- Metal y armas ¿En serio? Cada vez hay más tipos -Negó con la cabeza-
Allen y Daryl protestaron ya que la chica se estaba riendo delante de ellos. Allen, que era el más temperamental de los seis dijo:
-Pues bien que el control del metal a mandado a tus brujitas al otro barrio ¿No? -Se cruzó de brazos, en posición chulesca provocando el enfado de la chica-
-¡Lo mato! -Aeryn se iba directa a por el cuello de Allen, pero por suerte Shin la cogió por la cintura y la levantó, llevándosela a una distancia razonable.- ¡Eran las brujas que más tiempo llevaban conmigo! -Shin se acercó a su oreja, susurrándole algo-
Se escuchó un grito de alguien ya harto de todo esto. En realidad de dos.
-¿QUERÉIS HACER EL FAVOR DE DEJAR DE HACER CASO A COSAS ESTÚPIDAS Y MIRAR DETRÁS VUESTRA, MALDITOS INCOMPETENTES?
Dylan y Sabine gritaron al unísono, exasperados de la situación. Dylan tenía los puños tan apretados que temblaban. Por el contrario, nadie diría que Sabine estaba enfadada de no haber gritado. Seguía con su misma aura de calma de toda la noche. A Ellysse le entró curiosidad por conocerla más profundamente.
Otra voz se alzó sobre las demás, dejando al grupo bastante en shock.
-Por el amor de todos los cuervos. No aguanto tanta tontería e insensatez de meshirs junta. -Dió un suspiro, como si estuviera hasta las narices de todo- Y mucho menos a la maldita testaruda de mi Elegida, su dificultad para desbloquear la mente y poder ayudarle a recordar ¿Yo por qué demonios te elegí? Llego a saber los dolores de cabeza que me ibas a dar y te hago rashir. -Ahora dió una especie de respingo con su respiración.
Todos dijeron a la vez:
-¡¿Morgana?!
Sabine sonrió
                                                          ~~~~~~ o-o-o ~~~~~~
Suspiró.
Siempre eran así. Aeryn y Cirene nunca se llevaron bien. Bueno, la actitud que Cirene pretende tener hace que no le caiga bien a mucha gente. Pero ella vió su otro lado. El que casi nadie podía presumir de haber visto de la Meshir de Meredith.
"El agua, tan en calma y que fue la que nos dió la vida, y cuando menos lo esperas una simple ola gigante puede arrastrar y llevarse con ella todo lo que conoces, a muchos de los que quieres..." Decía una voz en su cabeza.
Giró la cabeza a la derecha. Detrás de todo el grupo estaban Dylan y Ellysse.
Dylan era y ha sido desde siempre muy temperamental. Una caracterísrica de los Elegidos por Alastor.
"El fuego, que sino eres prudente puede acabar contigo sin aviso. Que puede prender tan fácilmente y arrasar con todo si le das la mecha necesaria..." La voz volvió a sonar.
Se los quedó mirando. Esa chica tenía un aura muy peculiar, la había visto muy pocas veces como para recordar de cual de los compañeros de Elvia era. Aunque sabía que la había visto hace ya mucho tiempo. Se le pasó por la cabeza que podría ser Morgana.
Respiró profundamente y mantenió la calma. Siempre la tenía, era lo suyo. Aunque si tenía que decir a alguien cuatro cosas bien dichas se las decía, y no de buenos modales. Supuestamente no podía ser Morgana, ella y su meshir estaban encerradas por si acaso. Pero todo podía ser en esta vida.
Les sonrió, cruzada de brazos, esperando que Cirene se diera cuenta de quién estaba detrás suya. No quería que ellos dos se dieran cuenta que no deberían estar escuchando la discursión.
Ellysse la miró, era Morgana, Sabine estaba definitivamente segura de eso.
"El rayo, que si te alcanza su impacto es casi mortal ,pero si tienes suerte solo significará que hay peligro de tormenta. El elemento más impredecible y con una inestabilidad comparable a la del fuego...
Se hartó, no pudo soportar tanta discusión idiota junta. Al mismo tiempo que Dylan los dos gritaron:
-¿QUERÉIS HACER EL FAVOR DE DEJAR DE HACER CASO A COSAS ESTÚPIDAS Y MIRAR DETRÁS VUESTRA, MALDITOS INCOMPETENTES?

«Por fin se dieron cuenta. Ya era hora. Se ve que soy muy mala con las indirectas» Pensó Sabine algo cansada de estar de pie con los tacones.
Lo que no se esperó fue escuchar una voz femenina que no sabía de donde venía.
Elvia al reconocerla dijo "No puede ser... Morgana"
«Lo sabía. Nunca me olvido del aura de ningún meshir que conozco»
Todos los del grupo se quedaron sorprendidos al darse cuenta de lo mismo que Elvia, Sabine se puso un mechón de su rizado pelo oscuro detrás la oreja, miró su pulsera  y sonrío, mientras que Elvia volvía a decía:
"El aire, el que siempre está en calma, pero que si le enfadas puede transformarse en el más terrible de los tornados, llevando seres vivos y objetos inanimados hasta lo alto del cielo para después dejarlo caer... ¿Verdad, Sabine querida?"
Sabine dió una cabezada imperceptible en forma de afirmación y pasó los dedos por el dibujo de una inofensiva ráfaga de aire de su pulsera.