viernes, 15 de noviembre de 2013

Capítulo 14: Intentos de encuentros

Capítulo 14: Intentos de encuentros
Miró alrededor suya, la gran sala estaba llena de gente que no conocía. "Esto es típico". Pensó ella, "Estoy con mucha gente alrededor pero estoy completamente sola." Chasqueó la lengua con desagrado. Ells se había desmayado y estaba en uno de los cuartos de arriba  al que no dejaban entrar, Cirene estaba hablando con Hellsbeak y cuando se dio cuenta había perdido a Grace de vista con la multitud.
Dio un largo suspiro. La gente era molesta, con sus conversaciones estúpidas y que hacían que le doliera la cabeza. Había venido a la fiesta porque la verdad es que le tenía mucho cariño a Cirene. La conoció en uno de los viajes a México con sus "amados" padres. Perdieron el contacto poco después de volver del viaje y volvieron a tener contacto seis meses antes de que se mudara.
No soportaba a la gente y tampoco quería aguantarlos.
Ella solo aguantaba a las personas que quería, que no habían retrocedido ante esa actitud algo borde que ella tenía. Las personas que le habían demostrado que merecían su atención, preocupación y amistad. Muy poca gente era la que se la merecía.
Sherly se arrastró pesadamente hasta la parte menos concurrida del salón, donde había un espejo. Los tacones le estaban matando los pies, pero ella ya estaba acostumbrada.
Miró al espejo y se encontró a una chica menuda de pelo y ojos oscuros, con unos labios finos pintados de un rojo intenso o "putón", como diría ella y una nariz pequeña en una cara algo alargada que llevaba un vestido azul marino largo hasta las rodillas, con una sola manga larga que le tapa el brazo derecho.
Se sorprendió de ver que era ella. Había cambiado mucho de aspecto estos años. Cambió los pantalones vaqueros y de chándal por faldas con camisetas bonitas y vestidos. Cambió el pelo rubio recogido en una coleta por pelo moreno, suelto y largo hasta sus muslos. El acné desapareció y vino el maquillaje. La salida de la pubertad le estaba sentando bien.
Aún recordaba cuándo se tintó el pelo por primera vez, haría unos seis o siete meses más o menos después de conocer a Ells. Ésta se sorprendió al verla con el pelo negro, no había avisado a nadie del cambio. Luego su amiga pataleó un poco porque ella también estaba harta de su pelo rubio y se lo quería tintar, pero como tenía 15 sus padres no la dejaron. Al poco de cumplir Sherly los 17 la dejaron y fue ella quién le dejó ese pelo mitad rojo, mitad negro que llevaba ahora.
Movió la cabeza un poco, para salir de sus pensamientos, no era bueno pensar demasiado o acabarías con pensamientos que no quieres recordar. ¿Dónde estaría Grace? Necesitaba hablar con alguien que le cayera bien.
Se dirigía a buscarla cuando escuchó un ruido extraño, se giró y vio como un torrente de agua salía agresivamente de la planta de arriba y bajaba al salón por las escaleras. Sherly sonrió ligeramente mirando el brazo que tenía tapado con el vestido y dijo lentamente:
- Tempus.
Y el tiempo se paró alrededor de ella mientras dejaba ver su pulsera con el dibujo de un reloj de arena grabado en ella.
                                                                         ~o-o-o~
Grace no era muy sociable, el aislamiento con sus padres había afectado en su vida, y las pocas veces que estaban con ella que su madre no la tratara bien no ayudaba. Pero por suerte los pocos amigos que tenía eran amigos de verdad, la ayudaban y distraían todo lo que podían.
Entonces escuchó el ruido, el agua golpeando las paredes y la escalera con fuerza y de repente... nada. Solo fue un segundo, pero cuando volvió Sherly le tocaba el hombro.
Miró alrededor. Todo el mundo estaba quieto y el agua también. Miró a Sherls:
-¿Por qué solo nos movemos nosotras dos, Sherly? - Dijo Grace con tono inocente.-
-¿Sabes guardar un secreto, pequeña?- Sherly se lo preguntaba con cariño, así que se relajó.-
-Claro. -Asintió con la cabeza a la chica.-
-Soy la Elegida de Cronos.- Le enseñó la pulsera con el reloj de arena.-
-No puede ser... Cronos llevaba 200 años sin tener ningún Elegido que pudiera con él, que superara el entrenamiento o que fuera digno de él... -La pequeña miró la pulsera como si fuera algo asombroso.-
- Ya, bueno... -Sherly se rascó la cabeza un poco.- Digamos que mi Elección fue un tanto... inusual.
-¿Cómo no me he dado cuenta ni yo ni nadie hasta ahora? -La pequeña dejó de mirar la pulsera para mirarla a ella.-
-Se me da muy bien mentir y actuar, pequeña. -Se encogió de hombros ante no tener una respuesta mejor.- No me lo tomes en cuenta. Oye ¿Me harías un favor?
-Claro, supongo que sí.- Dijo Grace confiada.-
-Tenemos que parar eso o esto acabará medio inundado y Cirene se pondrá furiosa. -Señaló el torrente de agua parado.- Sé que controlas el agua en estado sólido, Elegida de Skadi, pero no líquida. -Se acercó a una cubitera que había cerca de ellas y cogió un cubito, dándoselo a la niña.- ¿Podrías congelarlo lanzando esto dentro?
-Mmm... -Miró el cubito, arrugando los labios un poco por la duda.- Se puede intentar, si.
-Vale, a la de tres yo vuelvo a dejar que el tiempo fluya y tú lanzas eso. ¿Lista?. -Cerró los ojos esperando una respuesta.-
Sonrió, hacía mucho que no utilizaba su poder.
-Yo si ¿Y tú, Skadi?
-Cuándo plazcas, mi pequeña Grace.- Dijo con un tono sensual.-
-Una... Dos.... ¡Tres! - Sherly abrió los ojos e hizo fluir el tiempo de nuevo mientras escondía su pulsera bajándose la manga.-
Cogió un poco de impulso y lanzó el cubito con las dos manos. Rápidamente cerró los ojos como hizo Sherly y dijo:
-Skadi...
Polvo azul flotó por la habitación. De repente se paró en seco y todo el polvo se concentró en el agua en menos de un parpadeo de ojos. El agua estaba bien congelada. Grace sonrió, había hecho bien su trabajo.
Pero de repente oyó gritos del otro lado del hielo. Alguien se había quedado atrapado en el pasillo de arriba.
                                                                        ~o-o-o~
Después de salir los dos despedidos hacia fuera por el agua y cogerse a lo primero que encontraron, se encontraron con una Sabine medio empapada, con los brazos cruzados y dando golpecitos con el pie rápidamente.  Estaba enfadada, se le notaba. Y el enfado lo pagaría Lawlife, él no iba a quedarse ahí para disfrutar del espectáculo.
-Oh, mi amada Munsch. Viniste a rescatarme, sabía que el fondo me amas.- Dijo Hugo con un tono pillo y socarrón en la voz, acercándose a Sabine.-
-Te amará tu abuela, Lawlife.- Se calló solo un segundo para luego seguir.- Ah, no, que se te nota que no tienes.- Se alejó de chico más cabreada todavía.-
- Me amas, Sabine. Me amas.- Dijo con una sonrisa burlona en la cara.-
-Que te calles, Lawlife. Que te calles.- No pudo evitar sacar un poco de su acento alemán en el "calles". Se alejó más de Hugo poniéndole la mano cerca de la cara.-
Dylan ya se estaba alejando de ellos por el lado contrario de las escaleras con intención de saber donde demonios se había llevado Cirene a Ellysse cuando, en menos de unos segundos, dejó de escuchar el agua. Se dio la vuelta con las manos metidas en los bolsillos de su traje seco gracias a la ayuda de Alastor y vio como el agua se había transformado en un enorme bloque de hielo que bloqueaba las escaleras.
Volvió rápidamente donde estaba hace un minuto apenas, y golpeo el hielo con intención de que los escucharan
 - Eh ¿Hay alguien cerca por ahí? Nos habéis dejado encerrados malditos cabronazos.
Sabine y Hugo lo miraron como si no tuviera remedio y negaron los dos a la vez.
-¿Y no sería más rápido si usas ese fuego tuyo con Alastor, chispitas? -Dijo elevando sus antebrazos y negando con la cabeza.-
-Habló el que tiene complejo de sireno, no te jode. Tsk. - Dylan volvió a mirar el bloque de hielo y chasqueo la lengua.- Si lo deshacemos la planta de abajo se inundará
-Se escuchó la voz de una chica que le resultaba familiar al otro lado del bloque.- ¿Dylan? Oh, genial. Me olvidé que el idiota este estaba con... Mierda ¿Están ahí Cir y Ells, Hellsbeak?
Dankworth. Mierda. Como le dijera que su mejor amiga había sido secuestrada por su amada Cirene ahora lo mataba.
-Luego, Sherly. Diles a todos los invitados que se vayan a  la pared más lejana. - Dijo Dylan firme.-
-¿Por qué debería hacerlo?- Dijo esta cruzando los brazos, en forma de provocación.-
-Porque Munsch va a hacer volar esto y no sería muy agradable ver a alguien atravesado por un trozo de hielo. - Dijo esta vez él con los brazos cruzados y Sherls frunciendo el ceño.-
-No pongas palabras en mi boca que no he dicho, Hellsbeak.- La alemana suspiró y se acercó al hielo.- Cuando digas, Dankworth.
Se oyeron gritos, supuso que de Sherly y escuchó los de una niña también, pero la voz no le sonaba.
-¡Ya, Sabine!- La morena dio señal para que la alemana pusiera en marcha a Elvia.-
-Elvia... "Anemotróbilos mega, aeris".- Dijo Sabine lentamente y trozos de hielo salieron despedidos hacia el salón, peligrosos como flechas.-
Después de la lluvia de hielo Sherly y la niña pequeña que había visto con Ells y ella antes de entrar al salón corrieron hacia ellos. La morena lo cogió del cuello de la chaqueta, lo atrajo hacia ella y dijo:
-¿Dónde coño están Cirene y Ellysse, Hellsbeak?
-... Cirene ha secuestrado a Ellysse.
Sherly le apartó de un empujón, mandándolo a la pared y fue directa a las profundidades del pasillo, sin saber siquiera donde estaban. Se fue a alcanzarla, en algún lado tenían que estar esas dos.
                                                                       ~o-o-o~
Cronos le iba indicando el camino dándole pequeños tics en la mano derecha o izquierda según la dirección que fuera. ¿Cómo sabía su shir eso? Ni idea. Pero teniendo en cuenta que fue de los primeros dioses griegos no le iba a contradecir esa vez y menos cuando la cosa implicaba a dos de las personas que le importaban. Además, Cronos no era muy hablador que digamos. Mejor, así pasaría desapercibida como llevaba haciendo estos años.
El por qué Cirene estaba haciendo esto de repente le rondaba la cabeza una y otra vez. Para colmo los idiotas de los otros meshirs la seguían. Dio un resoplido por lo molesto que le resultaba eso y siguió su camino.
A los pocos minutos Cronos la paró, estaba todo oscuro, pero se distinguía la luz que pasaba por debajo de la puerta. Los otros ya habían llegado donde estaba ella. Negó con la cabeza
-Lo siento pero vosotros os quedáis aquí.- Dijo la morena decidida y en un susurro que esperó que no se oyera dijo.- Tempus.
Todo se volvió gris y sin movimiento. Se acercó a la puerta y miró a los meshirs. Si querían saber que tramaba y sonsacarle algo a Cirene sin que ella se enfadara, esa tenía que ser ella.

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